
La ropa ecológica comienza cuando la fábrica decide sobre la tela que va a usar y termina después de que llega al armario del consumidor. Además para ser sostenible debe de ser respetuosa con temas como el tinte, las aguas residuales, los salarios, las condiciones laborales y el transporte de mercancías.
Las telas ecológicas típicas son el algodón orgánico (se cultiva sin pesticidas venenosos), cáñamo, lino, lana y seda. No se aceptan materiales sintéticos ya que su producción requiere enormes emisiones de dióxido de carbono y no son biodegradables.