Los cambios de temperatura y ciertos cosméticos con activos irritantes como el retinol, los alfahidroxiácidos, el alcohol o los perfumes pueden ser un quebradero de cabeza para una piel sensible y reactiva. En este post te voy a dar consejos para que puedas calmar tu piel y para que te sientas cómoda con ella y en ella.

Las condiciones actuales, con la pandemia, han puesto nuestra piel al límite provocando trastornos y problemas que antes manteníamos a raya. Así, el uso de las mascarillas con las que evitamos la propagación del COVID, nos ha traído efectos secundarios y hemos empezado a ver más imperfecciones en la piel, alergias, acné, etc. Ante esta situación, las pieles sensibles han reaccionado peor.

Pero, ¿qué es una piel sensible y reactiva?

Una piel sensible, reactiva o intolerante es una piel que reacciona de forma exagerada ante ciertos estímulos que a otra piel no le afectan. Esa reacción suele ser picazón, malestar, erupciones o rojeces en la piel.

¿Y cuáles son esos estímulos que “atacan” a nuestra piel sensible?

Algo tan inofensivo como los cambios de temperatura, el agua, el frío o el calor pueden desencadenar una reacción en una piel reactiva. Junto a ellos, la contaminación es otro de los factores que empeora nuestra piel sensible (o cualquier tipo de piel).

Por ello debemos de tomar medidas para que estos estímulos no desencadenen una reacción negativa o, por lo menos, aliviar nuestra piel cuando ésta “reacciona”.

Generalmente la piel que se suele ver más afectada es la del rostro ya que es la zona que se encuentra más expuesta. Sin embargo, este problema puede afectar a otras zonas como las zonas de pliegues.

La piel sensible y reactiva suele ser también una piel seca, con falta de lípidos; aunque pueden darse casos de sensibilidad en pieles grasas.

¿Qué podemos hacer para aliviar la piel sensible?

El primer consejo sería intentar “no cruzarse” con uno de esos estímulos pero… ¿cómo los evitamos? Desde luego no es fácil lidiar con cambios de temperatura provocados por la meteorología pero nuestra piel sufrirá menos si en lugar de utilizar agua caliente o fría utilizamos agua tibia.

Y si hablamos de agua hay un producto que en A Ponernos Guapas nos encanta y ese es el agua termal de Avène. Un agua que viene en spray y que te ayudará a calmar tu piel sensible.

El agua termal es extraída directamente del manantial y tiene propiedades calmantes, desensibilizantes y suavizantes. Puedes utilizarla para desmaquillarte humedeciendo previamente un algodón con ella y después con tu limpiador para piel sensible, también te ayudará a calmar el eritema solar; es decir, la rojez producida por el sol (aunque siempre es mejor no llegar a ella), sirve para aliviar tu piel irritada o mismo para refrescarse, entre otros usos.

Se aplica una fina capa del agua termal sobre la piel, se deja actuar unos segundos, y se retira el exceso con suaves toquecitos de un tisú.

¿Cómo limpiar la piel sensible?

A la hora de limpiar la piel sensible es muy importante utilizar limpiadores que no sean muy agresivos, como los syndet. En este caso, es mejor evitar limpiadores que hagan mucha espuma y utilizar productos específicos para piel sensible y… para la piel del rostro. ¡No se te ocurra utilizar el jabón de manos para limpiar la cara porque tu piel reaccionará!

Una piel sensible agradecerá limpiadores oleosos y soluciones o aguas micelares que carecen de alcohol y de agentes irritantes, y respetan el pH de la piel.

Cuando sequemos nuestra piel debemos de tener cuidado y no ser muy bruscos. La secaremos siempre a toquecitos utilizando tejidos suaves.  

Hidratar e hidratar

La hidratación y la protección solar son dos pasos que no deben faltar en la rutina diaria de una piel sensible.

Este tipo de piel tiene tendencia a la deshidratación por lo que debemos contrarrestar este aspecto con cremas específicas dos veces al día (por la mañana y por la noche). Los principios activos que más se suelen utilizar son el extracto de avena por su efecto antipruriginoso, es decir, que alivia el picor o el extracto de camomila que es descongestivo.

Y… ¿podemos exfoliar nuestra piel sensible?

No es aconsejable exfoliar la piel sensible más de dos veces al mes, mejor, incluso, una vez al mes y para ello, huiremos de exfoliantes tipo scrub y de peelings químicos como los que llevan alfahidroxiácidos (AHA) y betahidroxiácidos. La mejor solución para la piel sensible serán los exfoliantes enzimáticos como el Rexaline Derma Exfolianting Enzymatic que consiguen una exfoliación más suave.

Una piel sensible agradecerá también una mascarilla hidratante y calmante. ¡Nos podemos dar el capricho una vez a la semana! El extracto de avena también será uno de nuestros mejores aliados para aliviar nuestra piel reactiva.

Y, sobre todo, recuerda que un cosmético nunca te debe dar sensación de malestar, si esto sucede, retíralo inmediatamente porque ese cosmético no es apto para tu piel. La cosmética tiene que hacerte sentir más confortable en tu piel.